Pero los avances en óptica siguen además otro recorrido; corregir los problemas de visión y reducir la dependencia de las gafas o lentes de contacto, ya es una realidad. ¿Cómo? Aunque suene a ‘óptica-ficción’ existen las lentes de contacto nocturnas que corrigen la vista y que evitan el tener que usar gafas durante el día. ¿Cómo funcionan? ¿En qué casos están indicadas? ¿Para qué tipo de problemas visuales? ¿Sirven también para adultos?
Se trata de un tipo de lente de contacto con la misma apariencia que las tradicionales, pero especial, que solo se utiliza durante las horas de sueño. Las lentes actúan como un molde que remodela el epitelio de la córnea (primera capa del ojo) a una forma determinada.
La técnica se denomina ortoqueratología y es conocida desde el siglo pasado. Empezó a desarrollarse más a partir de 2002 al ser su técnica validada por la sanidad americana (FDA) y en los últimos años se menciona más por sus demostrados efectos sobre la menor evolución de la miopía entre quienes la utilizan.
Sobre todo, están indicadas para miopía y astigmatismo, aunque también existen para tratar la hipermetropía. En el caso de la miopía, los mejores resultados se obtienen hasta seis dioptrías y en el del astigmatismo e hipermetropía, hasta las tres dioptrías.
Aunque se pueden aplicar a cualquier edad, son más utilizadas por niños y adolescentes, aproximadamente entre los 6 y 20 años.
El tratamiento es «reversible«, por lo que, si el paciente quiere disfrutar de buena visión durante el día sin utilizar medio compensador, debe de usarlas todas las noches, independientemente de las horas que duerma.
En un futuro se espera poder diseñar individualmente las lentes de contacto para conseguir un mejor control de la evolución de la miopía en cada caso. Las buenas noticias llegan también para los adultos ya que los avances buscan acometer la compensación de la presbicia (vista cansada).