Baja Visión

Se refiere a una pérdida de visión que no se puede corregir ni con tratamientos médicos ni quirúrgicos. Ni tampoco con gafas o lentillas convencionales. 

Una persona con baja visión tiene que aprender a adaptarse a su baja visión. Mediante un programa de rehabilitación y ayudas visuales, puede conseguir recuperar en gran parte su autonomía.

¿Qué es?

Rehabilitación Visual

El objetivo del proceso de rehabilitación es sacar el máximo partido al resto visual del paciente. Y así, poder dar solución a la mayor parte de limitaciones de la vida diaria, causadas por la patología.

Con estrategias y adaptaciones individualizadas de las ayudas visuales, conseguimos aprovechar al máximo la visión del paciente.

Pasos para rehabilitar la Baja Visión

1
Exploración

Para elaborar un programa de rehabilitación, es necesario realizar un examen optométrico, basado en el análisis y diagnóstico del funcionamiento del sistema visual. Se evalúan el porcentaje de visión, el campo que conserva y sus características.

2
Rehabilitación visual

Se establecen unos objetivos con el paciente y le enseñamos a optimizar el resto visual, instruyéndole sobre las estrategias a seguir. Adaptamos las ayudas visuales a sus necesidades. Todo encaminado a conseguir la máxima funcionalidad y eficacia del resto visual, optimizando su independencia y autonomía personal.

3
Seguimiento

Para asegurar un aprovechamiento óptimo tanto del resto visual como de las ayudas prescritas, son fundamentales el seguimiento y las revisiones periódicas.

REsolvemos dudas

Preguntas Frecuentes

Cada patología tiene sus propias características. Pero nuestros programas adaptados nos permiten mejorar desde problemas comunes, como el deslumbramiento en exteriores, hasta necesidades particulares que dependen muchísimo de cada paciente. No todos tienen las mismas prioridades en la vida: Lectura prolongada (libros o periódicos), lectura casual (tickets, facturas, fechas de caducidad), cocinarcoserverter líquidos, ver la televisión, reconocer monedas, usar el móvil, cruzar un paso de peatones, ver el número de un autobús, hacer crucigramas o sopas de letras, maquillarse y un larguísimo etcétera.

El programa de rehabilitación varía dependiendo de la patología que haya causado la baja visión. No es igual una afección de campo periférico, que se da en la Retinosis Pigmentaria, que una afectación macular que se da en la DMAE.

Además, es importante el estadio de la patología. Nuestro trabajo consiste en un protocolo individualizado para cada paciente, según su patología y necesidades.

Las patologías que pueden causar baja visión son: Degeneración Macular Asociada a la Edad (DMAE), Glaucoma, Retinopatía Diabética, Maculopatía Miópica, Retinosis Pigmentaria, Stargardt, Uveítis, Albinismo, Aniridia, Desprendimiento de Retina, etc.

Las sesiones de rehabilitación duran aproximadamente 1 hora y media. Como las patologías que tratamos suelen estar asociadas a la edad, tenemos muy en cuenta el estado sistémico del paciente y, si es necesario, adaptamos las sesiones para evitar que se fatigue. Por ejemplo, ajustamos la duración de las sesiones o realizamos el programa de rehabilitación en el periodo del día en el que el paciente tenga más energía.

Las sesiones son sencillas y no ocasionan molestias. No llevamos a cabo procedimientos invasivos. Además, procuramos hacerlas amenas y cercanas para nuestros pacientes.

Dependiendo del estadio de la patología y de los objetivos a obtener en la rehabilitación, necesitaremos entre 1 y 4 sesiones, aunque lo más habitual son 2 sesiones.

 
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