La terapia visual deportiva se basa en el entrenamiento perceptual y visuo-motor que ayuda a mejorar diferentes habilidades. Por ejemplo la atención, para
centrarse en los puntos de interés, sobrepasando los estímulos distractores. También la mejora de la visión periférica, fundamental para tener una buena visión estratégica del terreno de juego y lo que está pasando en cada punto. Este tipo de entrenamiento se puede integrar perfectamente con el sistema motor y cognitivo; puede acoplarse a las exigencias de todas las personas con déficit o también de los atletas en general a cualquier nivel de competición
Todo entrenamiento deportivo empieza con un exhaustivo análisis de las capacidades visuales del jugador. Después se evalúan las capacidades motoras, incluyendo las dominancias de ojo, mano, hombro, cadera y pierna.
Aquí podéis ver algunas imágenes de un entrenamiento visual deportivo de dos porteros del Constancia de Inca. En este entrenamiento hicieron ejercicios enfocados a mejorar la visión periférica, la coordinación ojo mano y la atención visual. También otros ejercicios que estaban basados en mejorar los movimientos oculares sacádicos que son los movimientos que hacemos con los ojos cuando estamos rastreando un escenario moviéndolos de un lado a otro rápidamente para escanear la situación. Además se trabajó el aspecto de la coordinación ojo-mano, fundamental en la labor del portero.